Esta preparación puede convertirse en una gran aliada de la merienda, ya que solo lleva cuatro ingredientes y su tiempo de cocción no supera los 40 minutos.
Siguiendo con los clásicos sabores argentinos, los bizcochitos de grasa se volvieron en un infaltable de la merienda hogareña. Sin embargo, en las panaderías están caros y socialmente se imaginan como una receta de compleja ejecución.
Para romper con estas suposiciones, existe una preparación exprés que solo lleva cuatro ingredientes y se realiza en solamente 40 minutos. De hecho, se destaca que adquieren un sabor completamente delicioso a pesar de su bajo costo.
A su vez, se destaca que puede convertirse en una compañía perfecta para los mates, dado que rinden para unas 40 a 50 unidades dependiendo del tamaño. Por lo que además de ser una opción económica, es muy rendidora.
Ingredientes para los bizcochitos de grasa exprés:
450 gramos de harina leudante
1 cucharada de sal
100 a 120 mililitros de agua (cantidad final se establece según la calidad de la harina)
Cantidad necesaria de grasa o manteca (cuanta más se ponga, más sabor tendrá)
Pasos sencillos que todo el mundo puede hacer
1- Para comenzar con esta receta, vamos a poner la harina y cucharada de sal en un bowl. Mezclamos ambos componentes y hacemos una “corona” con un hueco en el centro.
2- Por otro lado, derretimos la grasa con un chorrito de agua o leche. Cuando está bien líquida, vertemos en el centro del paso uno y mezclamos sumamente bien hasta que formemos una masa lisa que no se peque ni en manos ni recipiente.
3- Tras conseguir la consistencia mencionada, vamos a poner sobre mesada y estiramos hasta que nos quede un dedo de grosor (aproximadamente) Con los restos de grasa que quedaron, untamos la superficie visible y doblamos como librito. Volvemos a estirar para untar nuevamente. Repetimos unas 3 o 4 veces para que se logre el hojaldre.
4- Una que hicimos todos los pliegues, cortamos con un cortante o elemento que nos permita hacer unidades más pequeñas. Enmantecamos o engrasamos una asadera y colocamos cada uno de los bizcochitos.
5- La cocción es sumamente sencilla y rápida. Simplemente, mandamos a un horno previamente calentado a unos 180 grados por 10 a 15 minutos o hasta que estén dorados, pero bien crocantes.
6- Cuando adquieran la consistencia típica de panadería, sacamos de cocción y ponemos en un recipiente con papel de cocina o absorbente para que desechen la grasa excedente que pueden llegar a tener. Lo ideal es servirlos cuando están tibios, ya que no caen pesados y se puede disfrutar al máximo de su exquisito sabor.
En caso de que nos sobren unidades, lo ideal es guardarlos en un recipiente hermético. De esta manera evitaremos que ingrese aire y se humedezcan en poco tiempo.
A su vez, para darle un toque personal a esta receta tan sencilla, una excelente alternativa es cortarlos al medio y rellenarlos con algún queso untable o rodajas de tomate u otro elemento que le aporte frescura.