La crisis por José Luis Espert ya es un terremoto dentro de la Casa Rosada. El diputado bonaerense y candidato de La Libertad Avanza enfrenta graves acusaciones de haber recibido dinero del narcotráfico, mientras el oficialismo se desangra entre defensas tibias, silencios incómodos y presiones para que renuncie.
El presidente Javier Milei lo sostiene a contramano de todo su gabinete, pero la soledad política de Espert es cada vez más evidente: Patricia Bullrich exige su salida, Guillermo Francos se suma a ese reclamo y hasta Mauricio Macri coincide en que debe abandonar la candidatura. En los pasillos del poder, ya se da por hecho que caerá: “No tiene más aliados en el entorno presidencial, es cuestión de días”, reconoció un funcionario a iProfesional.
El escándalo explotó cuando Espert fue incapaz de responder en un programa de A24 si había recibido o no 200.000 dólares de Federico “Fred” Machado, empresario detenido y requerido por la Justicia de Estados Unidos por narcotráfico y lavado de dinero. Su silencio y evasivas dejaron a La Libertad Avanza en llamas y lo dejaron a un paso del abismo.
La situación es tan crítica que Espert suspendió dos actos de campaña y su continuidad en la boleta bonaerense es inviable. El problema es que las papeletas ya están impresas y cualquier renuncia implicaría un caos logístico y millonario para el Estado. Aun así, en el Gobierno analizan cómo apartarlo antes de las elecciones del 26 de octubre.
El trasfondo del caso agrava el panorama: documentos judiciales en EE.UU. vinculan directamente a Espert con Machado desde 2019, cuando el empresario le habría financiado la campaña presidencial con aviones privados y camionetas blindadas. En aquel entonces, incluso se lo acusaba de jugarle al kirchnerismo como “candidato funcional” para sacarle votos a Macri. Hoy, esas sospechas regresan con más fuerza que nunca.
La crisis es tal que Milei queda atrapado entre su instinto de protegerlo y el riesgo de hundir su propia campaña. Santiago Caputo, su estratega, insiste en sostenerlo; Karina Milei calla; Bullrich lo quiere afuera cuanto antes para evitar que la mancha del narcotráfico arrase con toda la fuerza política.
En paralelo, el fantasma de la renuncia recorre cada despacho oficial. Si Espert cae, su reemplazante sería Karen Reichardt, una exvedette y conductora cercana a Milei, lo que abriría otra polémica en medio del vendaval.
El Gobierno, que buscaba instalar la agenda económica y de seguridad, hoy está empantanado en un escándalo que desangra a La Libertad Avanza y expone la fragilidad del armado libertario. Lo que nació como un proyecto para “dinamitar la casta” hoy se arrastra detrás de un diputado acusado de vínculos con el narcotráfico.



