La lasaña es un clásico de la cocina italiana que ha trascendido fronteras y conquistado mesas en todo el mundo. Su origen se remonta a la antigua Roma, donde se preparaba un plato llamado lasanum. Con el tiempo, esta receta fue evolucionando hasta convertirse en una de las pastas más queridas.
Hoy te presentamos una versión distinta y deliciosa: lasaña de jamón, queso y pesto. Una combinación que une la suavidad de la mozzarella, la intensidad del jamón y la frescura aromática del pesto, logrando un equilibrio perfecto entre tradición e innovación. Ideal tanto para una comida familiar como para lucirse en una ocasión especial.
Lo mejor es que esta receta no requiere complicaciones: con ingredientes accesibles y pasos simples, se puede preparar un plato que parece salido de un restaurante, pero hecho en casa.
Ingredientes
12 láminas de pasta para lasaña
200 g de jamón cocido en fetas
300 g de queso mozzarella rallado
100 g de queso parmesano rallado
200 g de pesto
500 ml de salsa bechamel
Sal y pimienta a gusto
Preparación
Precalentar el horno a 180°C.
Cocinar las láminas de pasta según las instrucciones del paquete.
En una fuente para horno, colocar una fina capa de bechamel.
Armar la lasaña alternando capas de pasta, jamón, mozzarella y pesto.
Repetir el proceso hasta terminar con una capa de pasta.
Cubrir con bechamel, espolvorear el parmesano y hornear de 25 a 30 minutos, hasta lograr un gratinado dorado y tentador.
El resultado: una lasaña cremosa, aromática y llena de sabor, perfecta para conquistar a todos en la mesa.



